La anterior vez que España se había pasado cuatro partidos sin ganar aún estaba a océanos de distancia de la élite del fútbol jugado por mujeres. En el Mundial de 2019, todavía con Jorge Vilda en el banquillo, el equipo perdió ante Alemania en la fase de grupos, empató luego ante China y cayó finalmente frente a Estados Unidos en su estreno en los octavos de final de una Copa del Mundo. También cedió ante Francia dos meses más tarde en un amistoso internacional. Cinco años después, la selección que tocó la cima en Australia y Nueva Zelanda en el verano de 2023 y que levantó la Nations League en febrero vuelve a estar en la misma coyuntura: cuatro encuentros sin arañar una victoria —dos derrotas en los Juegos ante Brasil y Alemania y dos empates contra Canadá e Italia en sendos amistosos en octubre—, esta vez bajo la tutela de Montse Tomé, la mano derecha de Vilda hasta septiembre del año pasado, cuando su relación se fracturó porque el exseleccionador se posicionó con Luis Rubiales en el caso del beso a Jenni Hermoso.
