El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado este miércoles una decisión de calibre mayor en su cuenta de X. En el cierre de un trino extenso en el que se declara de nuevo víctima de un golpe blando, ha pedido a su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, que dé un paso al costado. El funcionario lideraba la propuesta de una ley de financiamiento, o reforma tributaria, para financiar un presupuesto deficitario para 2025 y enfrenta señalamientos en un escándalo de corrupción.
